Sexo a cambio de… ¡piedras! Lo creas o no algunos pingüinos salvajes (hembras) intercambian favores sexuales a cambio de que los machos les consigan las piedras que necesitan para construir sus nidos. Incluso aunque estén comprometidas.
Claro que según explica la Dra. Fiona Hunter: "Normalmente suelen escoger a los hombres solteros, de lo contrario podrían tener un altercado con la pareja". En algunas ocasiones llegan a engañar a los machos, que llevan a cabo el ritual del cortejo que generalmente conduce al apareamiento. Pero después de haber conseguido su objetivo (las piedras), se escapan.
Placer ¿animal? Los seres humanos no son las únicas criaturas que tienen sexo por placer. Cuando no están en sus ciclos reproductivos naturales, los delfines y los chimpancés también mantienen una actividad sexual plena. Estos han sido observados realizando sexo genital cara a cara, besos con lengua y sexo oral.
Cuando los chimpancés Bonobos llegan a una nueva zona y descubren una fuente de alimento, el entusiasmo es tan grande que por lo general conducen a la actividad sexual, lo cual disminuye la tensión y permite la alimentación pacífica.
Ver porno produce más esperma. Diversos estudios han demostrado que los hombres que ven a dos hombres y una mujer practicando sexo producen más esperma que los que miraban sólo a las mujeres. Los científicos especulan que ver a la competencia en acción hace que los hombres aumenten sus capacidades reproductivas.
El término "sexo oral" viene de la época victoriana. Se utilizaba en el argot de la época para referirse a las prostitutas y también era la jerga de la eyaculación. En consecuencia, la década de 1930, el acto de felación llegó a ser conocido como 'un trabajo explosivo'.
Curiosamente fue utilizado para describir los aviones a reacción en la Segunda Guerra Mundial; y en la antigua Grecia, se utilizaba la expresión "tocar la flauta".
El vello púbico crece una cierta cantidad. Todo el pelo de nuestro cuerpo está controlado por un 'programa' que determina la duración del crecimiento y su longitud. El vello púbico tiene una duración de crecimiento más corta (una media de tan sólo unos meses) en comparación con el cabello.
El esperma es bueno para la piel. Las proteínas que contiene el esperma cuando se seca tienen un efecto tensor sobre la piel que puede ayudar a reducir las arrugas. Esto puede ser un excelente ingrediente para los tratamientos anti-edad. La cosmética tendrá que investigarlo.
Cura los dolores de cabeza. La próxima vez que tu pareja se niegue a tener relaciones alegando que tiene un dolor de cabeza, recuérdale que, en realidad, tener sexo puede ayudar a que el dolor remita.
Como sabes, el sexo hace que el cuerpo libere endorfinas, y son muchos los estudios que demuestran que éstas son capaces de inhibir las fibras nerviosas que transmiten el dolor.
Los preservativos se hacían con intestinos de animales o de lino. Se fabricaban en Asia y en China antes del s. XV. Se les conoce como preservativos glande (dispositivos que cubren sólo la cabeza del pene) y se hacían con papel de seda y aceite o con intestinos de cordero. En Japón, con concha de tortuga. Otros mediante envolturas de lino empapadas en una solución química que se dejaba secar antes de su uso y se ataban con una cinta.
Las mujeres llevaban pelucas en el pubis. Era una práctica común entre las meretrices, que se afeitaban el vello púbico para evitar los piojos. De este modo también ocultaban el hecho de que tenían enfermedades como la sífilis. En la industria del cine se utilizaban para ocultar los genitales de los actores en las escenas de desnudos.
El sexo adelgaza. Un beso de un minuto nos hace perder una media de 26 calorías. Practicar sexo vigoroso durante media hora nos ayuda a quemar 150 calorías, lo que puede traducirse en tres kilos al año, si tienes relaciones sexuales de 7 a 8 veces al mes.
Además, besar es bueno para los dientes porque la saliva adicional que se libera ayuda a mantener la boca limpia y reduce del riesgo de caries.
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