Se trata de un contador de penetraciones. Su nombre oficial es 'Sex counter' y consiste en un anillo de silicona que se coloca en la base del pene. De la misma manera que otros anillos presentan una cápsula vibratoria para estimular el clítoris durante la penetración vaginal, este dispositivo incorpora un contador digital de empujones. Cuando abrí el mío, marcaba 1750. Reconozco que lo miré con cierta aprensión, por si alguien se había entretenido en ponerlo a prueba durante el trayecto de Taiwan a Madrid.
Sin embargo, tal circunstancia es imposible ya que el anillo viene precintado en un envoltorio parecido al de un preservativo. Sea como sea, queda claro que se trata de un invento muy sensible y que las mercancías sufren muchos golpes durante su transporte. Sobre todo cuando vienen de tan lejos.
¿Utilidad del 'Sex counter'? Absolutamente discutible. Como no sea para echarte unas risas y establecer una tabla de récords con la pareja. Lo cierto es que bastante sobrevalorada está la penetración (para algunos, la única forma de lograr o proporcionar placer sexual), para encima ahora posibilitar llevar las cuentas. La obsesión por batir marcas, sexualmente hablando, siempre ha tentado a más de uno. Ya sabéis, el típico que fanfarronea con los míticos 'tres y sin sacarla' y ese tipo de reflexiones.La que se puede liar si se populariza el 'Sex counter' de marras. 'Con 25 empujones la llevé al orgasmo' o "la semana pasada conseguí batir mi marca de 554 penetraciones por minuto". Por suerte, el contador no puede pasar de 99.999.
Por motivo de viaje vendo uno con poco recorrido, papeles al día, segunda versión de la tercera placa, e impuestos al día.
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